Cardiopatía isquémica

La cardiopatía isquémica (CI) es una enfermedad que se produce cuando el corazón se debilita, como consecuencia de un infarto o enfermedad de arterias coronarias. En este último caso, las arterias que suministran sangre al corazón se estrechan. Esto evita que llegue suficiente sangre a ciertas partes, causando un daño irreparable.

Al desarrollar una cardiopatía isquémica, el ventrículo izquierdo se dilata y se debilita, disminuyendo la capacidad de bombear sangre, lo que puede producir una insuficiencia cardíaca.

El facultativo prescribirá un tratamiento que tendrá en cuenta el daño sufrido por el corazón mientras trata la causa origen de la CI, para prevenir el progreso de la enfermedad, ayudar a mejorar la función cardiovascular y tratar cualquier síntoma asociado. Recomendará una combinación de cambio de estilo de vida, medicación y cirugía.

Síntomas de la cardiopatía isquémica

Es posible no presentar síntomas en los estadios iniciales. Si el flujo sanguíneo se ve afectado por la enfermedad coronaria, puedes experimentar:

  • Fatiga extrema
  • Falta de aliento
  • Mareo, aturdimiento o desmayo
  • Dolor y presión en el pecho, conocido como angina
  • Palpitaciones
  • Dificultad para dormir

Causas

La cardiopatía isquémica suele ser provocada por un infarto o enfermedad de las arterias coronarias. Los factores de riesgo son los siguientes:

  • Enfermedades coronarias en la familia
  • Hipertensión
  • Colesterol alto
  • Diabetes mellitus
  • Sedentarismo
  • Tabaquismo

El riesgo es mayor, de forma general, en hombres que en mujeres. No obstante, una vez alcanzada la menopausia, la diferencia entre hombres y mujeres disminuye. También se debe tener en cuenta que las mujeres que toman anticonceptivos orales y fuman tabaco, tienen mayor riesgo de sufrir una cardiopatía isquémica.

Diagnóstico de la cardiopatía isquémica

Si el médico sospecha que sufres una CI, te remitirá al cardiólogo. Éste evaluará el historial médico y realizará el examen solicitando las pruebas necesarias. Por ejemplo:

  • Análisis de sangre
  • Ecocardiograma para valorar la anatomía y función cardíaca
  • Electrocardiograma para registrar la actividad eléctrica
  • Ergometría para monitorizar el comportamiento del corazón en situaciones de estrés

Tratamiento

Se debe contrarrestar la causa subyacente de la CI para poder tratarla. Es por ello que, el facultativo, recomendará una o varias de las siguientes opciones:

  • Cambio de estilo de vida
  • Medicación
  • Cirugía

Cambio de estilo de vida

Para ayudar a tratar la enfermedad y disminuir el riesgo de sufrir mayores complicaciones, se recomienda seguir una dieta saludable, baja en grasas saturadas, colesterol y sodio. También se sugerirá realizar ejercicio de una forma segura, de acuerdo a la situación del paciente.

Está altamente desaconsejado fumar, tomar drogas o alcohol.

Medicación

Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la función cardíaca. Dependiendo de cada situación, se pueden prescribir:

  • Betabloqueantes para disminuir la presión sanguínea y el ritmo cardíaco
  • Bloqueadores de los canales de calcio para relajar y ensanchar las arterias, así como disminuir la presión sanguínea
  • Diuréticos para eliminar el exceso de líquido, reducir la presión sanguínea y también el esfuerzo realizado por el corazón
  • Medicación para bajar el colesterol

Cirugía

En caso de ser necesario, se puede sugerir alguno de los siguientes procedimientos:

  • Implantación de un marcapasos, un desfibrilador o ambos, para mejorar la función eléctrica
  • Aterectomía para eliminar placas de las arterias
  • Cateterismo para implantar un stent coronario

Prevención de la cardiopatía isquémica

Se puede disminuir la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas con algunos de los siguientes hábitos saludables:

  • Controlar, de forma habitual, la presión sanguínea y los niveles de colesterol en sangre
  • Seguir una dieta baja en grasas saturadas, colesterol y sodio
  • Realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico cinco días por semana
  • Mantener un peso adecuado
  • No fumar tabaco ni tomar drogas

Seguir un estilo de vida saludable puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades de arterias coronarias, cardiopatía isquémica u otras enfermedades cardiovasculares. En el caso de haber desarrollado alguna de ellas, también ayuda a evitar mayores complicaciones.

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