La ergometría o prueba de esfuerzo es uno de los métodos más importantes que utilizan los cardiólogos para obtener información sobre las enfermedades del corazón del paciente.
Ayuda a detectar y monitorizar enfermedades que implican el estrechamiento de vasos sanguíneos, problemas en el ritmo cardíaco o el incorrecto funcionamiento del corazón que permanece oculto cuando se está en reposo.
¿Qué es una ergometría?
Una ergometría o prueba de esfuerzo es un tipo de test que supone someterse a actividad física mientras se monitoriza su impacto en el funcionamiento del corazón.
Es un método no invasivo. La prueba dura media hora aproximadamente y se lleva a cabo en un tapiz rodante en el que, gradualmente, se incrementa la velocidad y la inclinación de la misma.
Antes de realizar la prueba, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Antes de la prueba no se debe fumar, consumir alcohol ni bebidas con cafeína.
- Se debe comer, de forma ligera, dos o tres horas antes de la prueba
- Si eres diabético, consulta con tu médico la cantidad de insulina a suministrar antes de la prueba
- Llevar ropa y calzado adecuados para estar cómodo durante la prueba
- Estar relajado
¿En qué consiste la prueba?
El paciente debe andar sobre la cinta rodante mientras se va incrementando la velocidad e inclinación de la misma. En todo momento, se encuentra bajo supervisión médica.
Durante la prueba de esfuerzo, se monitoriza la actividad eléctrica del corazón (mediante un electrocardiograma), la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y de respiración, así como las sensaciones que tiene el paciente. Si éste comienza a sentir mareo, dolor torácico, dificultad respiratoria o se identifican alteraciones significativas en el electrocardiograma, la prueba se debe detener inmediatamente.
¿Cuándo está indicada una ergometría?
Personas que tienen síntomas que sugieren la existencia de problemas coronarios deberían realizar esta prueba. Los síntomas incluyen hipertensión, dolor en el pecho en reposo y durante actividad física, así como falta de aire.
Adicionalmente, si se tiene predisposición a desarrollar enfermedades coronarias por factores de riesgo o antecedentes familiares, está recomendado realizar una prueba de esfuerzo, incluso si todavía no se tienen síntomas.
¿Quién no debería realizar una ergometría?
Personas con ciertos problemas cardíacos, no son buenos candidatos para una prueba de esfuerzo:
- Pacientes con estenosis aórtica moderada o severa
- Pacientes con inflamaciones tales como pericarditis, miocarditis y endocarditis
- Personas con fibrilación auricular rápida
- Personas con insuficiencia cardíaca aguda
¿Qué riesgo tiene?
La ergometría es una prueba de bajo riesgo, sin embargo, los pacientes reciben detallada información sobre la importancia y la finalidad de la misma, así como de los riesgos de realizarla. Los principales son:
- Hipotensión. La presión sanguínea puede disminuir durante o justo después del ejercicio. Esta bajada puede provocar mareos o desvanecimiento. El problema desaparecerá al finalizar el ejercicio.
- Ritmo cardíaco irregular. Se puede producir arritmias durante la prueba de esfuerzo, pero éstas, generalmente, desaparecen una vez terminado.
- Ataque al corazón. Aunque es muy poco probable.