La diabetes y el corazón

La diabetes es una enfermedad crónica y sistémica – es decir que puede afectar a todo el organismo- en que se produce una alteración del metabolismo de los carbohidratos por un déficit de insulina – o de su producción en el páncreas o de su función llamado resistencia a la insulina.

El diagnóstico inicial de la diabetes se realiza por la aparición de niveles elevados de glucosa en sangre, así como un aumento excesivo de dichos niveles para una sobrecarga oral de glucosa, o mediante la determinación de un parámetro analítico como la hemoglobina glicosilada.

La diabetes afecta a los vasos sangúineos , a los nervios periféricos y de forma especial al corazón, cerebro, ojo y riñón.

Los pacientes diabéticos tienen un riesgo mayor de desarrollar cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular y además frecuentemente tienen síntomas atípicos – no habituales – y enfermedad multivaso – de varias arterias coronarias-.

Dentro de los controles periódicos que coordinados por el endocrinólogo deben realizarse los pacientes diabáticos no debe faltar el cardiológico por la frecuencia con que estos pacientes sufren complicaciones cardiovasculares.