Un infarto de miocardio es una patología grave en la que un parte del músculo cardiaco deja de recibir flujo sangúineo y, por lo tanto, oxígeno durante un tiempo prolongado y se produce la muerte de células cardiacas.
Las células cardiacas no se regeneran por lo que la aparición de un infarto produce una cicatriz en el corazón que puede tener consecuencias a largo plazo como pérdida de función del corazón y aparición de disnea – fatiga con los esfuerzos-, arritmias que pueden ser letales o incluso la muerte.
Cuándo se produce
Los infartos de miocardio – aunque existen varios tipos- se producen fundamentalmente cuando se obstruye una arteria coronaria por la acción de los factores de riesgo cardiovasculares: hipertensión arterial, diabetes, obesidad, tabaquismo o hipercolesterolemia-Afortunadamente se pueden volver a abrir las arterias a través de un procedimiento llamado cateterismo cardiaco en las primeras horas de un infarto.
Síntomas
Los síntomas del infarto agudo de miocardio suelen ser dolor en el pecho, malestar general, sensación de dificultad para respirar, sudoración fría, nauseas o mareo o síncope.
Recomendación
Ante la aparición de esta sintomatología se debe acudir lo antes posible a urgencias para realizar un electrocardiograma que diagnostique la existencia del infarto y tratarlo lo antes posible mediante un cateterismo cardiaco.